miércoles, 23 de septiembre de 2009

Sucesivas muertes en la Ruta 160: Cuando la Indolencia y la vergüenza de las autoridades no tiene límites .
Escrito por J.Peréz, Resumen, Septiembre 2009.-
¿Cuántos vecinos más deberán fallecer en el kilómetro 14 para que instalen un cruce regulado, tanto en la vía férrea como el ruta 160, con semáforo, paraderos y bahías, como medida que al menos mitigue el desastre que hoy día se vive?

En la tarde del 7 de agosto pasado, murió atropellada mientras intentaba cruzar la Ruta 160 a la altura del kilómetro 14 la señora Mercedes Leal. Tenía al momento de su fallecimiento 41 años. A pesar de no ser vecina del lugar, la indignación recorrió cada pasaje de la Villa Cardenal Silva Henríquez; sólo unos meses antes (abril) en este mismo cruce había muerto atropellado Don Salvador Cartes quien agonizó por días en el hospital Regional de Concepción.

Los vecinos indignados al igual que en abril pasado, ocuparon la ruta manifestando su protesta y dolor frente a los acontecimientos. La respuesta que obtuvieron de las autoridades fue la misma que la vez anterior, el envío de un contingente de fuerzas especiales a reprimir cualquier posible protesta.

En la prensa oficial, tal cual como en abril una pequeña nota alertaba sobre un atropello con resultado fatal en un “cruce indebido”. Lo que nunca señalaron fue que en este sector de San Pedro, no existe cruce alguno, tampoco pasarela, semáforo, bahía o paradero oficial, ya que algún criminal autorizó la instalación de miles de personas en un sector sin preveer la necesidad de dicha personas de transportarse a sus colegios y trabajos.

Hasta el día de hoy los habitantes de San Pedro Sur carecen de transporte público urbano y por dicho motivo deben cruzar la ruta 160 arriesgando sus vidas para tomar los buses del recorrido Lota-Concepción. Ni la constructora, ni el municipio, ni vialidad, ni nadie ha construido allí ningún tipo de cruce autorizado: ni en la ruta 160, ni en la línea férrea. Ni siquiera un paradero con su respectiva bahía, los precarios paraderos que allí existen fueron instalados por los propios habitantes del sector.

Mientras quienes se enriquecieron con el “negocio” inmobiliario y sus coimas estaban calentitos en sus casas, por varios días fuerzas especiales sitio el lugar para evitar protestas. La vez anterior atacaron a los pobladores deteniendo a los dirigentes vecinales.

La lectura que se puede extraer de esto es que en San Pedro se seguirá construyendo caóticamente sin ningún tipo de regulación o estudios de impacto ambiental, vial o sanitario. Que se seguirán amparando la estafa inmobiliaria y la corruptela de los funcionarios públicos y municipales que visan este tipo de obras sin exigir las condiciones mínimas de habitabilidad social. En cualquier país civilizado las fuerzas policiales no habrían ido a reprimir a los pobladores, se habrían dirigido a las oficinas de aquellos que lucran con la gente, a los mismos que no les importa que varios vecinos mueran atropellados como perros en la calle.

Las autoridades no dan muestra de cambiar sus políticas. San Pedro seguirá siendo Los altos y la Villa, ahora con suerte hasta Lomas Coloradas, por lo cual continuarán muriendo vecinos, no sólo cruzando la carretera como la Señora Mercedes Leal y Don Salvador Cartes en el kilómetro 14 o Don José Acuña y la Señora Fresia Riquelme en el kilómetro 8,5, sino también mientras esperan el bus en un lugar sin bahía ni paradero como le ocurrió hace 5 años a la joven profesora del condominio Los Pioneros Gemita Quiroz, cuando un conductor producto del barro y las pozas perdió la dirección y en vez de detenerse junto a ella para que subiera le paso por encima. También morirán intentando cruzar una línea férrea en un “cruce indebido” sin vigilantes ni barreras como la niña Camila Galano Morales.

El problema vial en San Pedro va más allá de los interminables tacos a toda hora del día y la falta de un servicio digno de transporte público. Es mucho más grave que eso, y sin embargo esto no le ha costado el cargo a nadie.

En este San Pedro de más de 120 mil habitantes, los futuros atropellados se morirán en las ambulancias que esperan en los tacos llegar hasta Concepción, ya que en San Pedro no hay hospital, si el fallecido no tiene con que pagar el cementerio particular que existe en la comuna, también deberá ser llevado hasta otra comuna para ser enterrado, ya que en San Pedro tampoco existe cementerio público. Mientras tanto las autoridades estarán pensando en invertir en Fuerzas Especiales de Carabineros para reprimir las protestas de los vecinos.

No hay comentarios: